Jorge Torres, Director General de Aitana, analiza en la presente entrevista el valor de la integración de aplicaciones y de la automatización de procesos pues, tal y como destaca, «la transformación digital se ha convertido en una prioridad estratégica para muchas organizaciones que reconocen que la adopción de soluciones tecnológicas puede brindarles ventajas competitivas significativas».
Según recientes informes de medición del retorno de inversión, se producen 7 elementos clave para apostar por la adopción de tecnología: las inversiones en tecnología están creando un valor significativo para el negocio en términos de ingresos, costos y experiencia de los empleados; las iniciativas centradas en las personas, como la transformación del talento y la estrategia de proveedores, son las que más valor aportan; el talento sigue siendo el factor clave de las transformaciones tecnológicas, pero también el más difícil de ejecutar; el desafío del talento tiene implicaciones claras para la estrategia de adquisición, que debe ser flexible y orientada a las capacidades; no hay soluciones mágicas: los mejores desempeños ejecutan más iniciativas de transformación que los demás; el uso más amplio de tecnologías avanzadas, como el IoT, el cloud o la analítica, apoya una mayor creación de valor; y acortar la brecha entre el negocio y la tecnología es crítico para el éxito, lo que implica una mayor colaboración, integración y medición.
Eso depende de múltiples factores como el sector en el que trabaja la empresa, si es una tipología de negocio B2B o B2C, del tipo de cliente que tenga, de si gestiona desde la cadena de suministro hasta el cliente… pero por simplificar las cosas, podríamos decir que hay algunos grandes pilares sobre los que tomar dicha decisión.
Como primer paso, invertir en las herramientas que aporten un valor directo al cliente, que ayuden a desarrollar una política de atracción, servicio, retención y éxito de la gestión del cliente. Para esto existen las plataformas CRM, Sales, Field Service…
Como segundo paso (o primero), la empresa ha de asegurar la optimización de las operaciones propias de su cadena de suministro. Ha de optimizar stocks, reducir costes de aprovisionamiento, controlar el riesgo vivo con clientes, optimizar las inversiones en inmovilizado… y a todo ello van dirigidos los ERPs que implantamos en el Grupo.
El tercer paso (o primero) son las herramientas de Inteligencia de Negocio, las que consolidan todos los datos de las plataformas mencionadas arriba y que ofrecen a los gestores de la empresa la información consolidada y resumida para tomar decisiones.
Cuarto paso (o primero), la implantación de herramientas que potencien la productividad de todos los empleados de la empresa, automaticen los procesos repetitivos administrativos, minimicen errores… Para todo ello, recomendamos la Suite de Microsoft 365 y el resto de herramientas de Power Plattform.
Pero el elemento que no hemos de olvidar en todos estos pilares es la Seguridad y la Movilidad. Que la empresa tenga siempre acceso seguro a lo que le ocurre a sus clientes, empleados y proveedores en cada momento. Y esto se consigue con las infraestructuras Cloud de Azure.
Un apunte: que todos puedan ser “el primero” es porque depende de la situación de la empresa, sus necesidades, sus clientes o su sector. Para ayudar a priorizar las inversiones, nuestros responsables de Desarrollo de Negocio acompañan a nuestros clientes y les guían en su proyecto.
Rotundamente sí. En Aitana hemos observado que la transformación digital se ha convertido en una prioridad estratégica para muchas organizaciones que reconocen que la adopción de soluciones tecnológicas puede brindarles ventajas competitivas significativas.
En cuanto a la percepción del valor de la integración de aplicaciones y la automatización de procesos, también vemos un aumento en su reconocimiento. Las empresas comprenden que ambas actividades permiten una mayor eficiencia y agilidad, ya que, por un lado, al tener sistemas que se comunican entre sí, se mejora la fluidez de la información y se evitan errores; y al automatizar procesos, se permite eliminar tareas repetitivas y rutinarias que no aportan valor, liberando tiempo y recursos para que las personas puedan centrarse en lo verdaderamente importante para su negocio.
Por supuesto. Y no lo decimos nosotros, lo dicen nuestros clientes. Nuestra web está llena de casos de éxito en los que directores generales, responsables financieros, directores comerciales, responsables TIC… explican cómo les ha beneficiado cuantitativa y cualitativamente la implantación de soluciones tecnológicas como el ERP o el CRM de Microsoft.
Por ejemplo, el director financiero de Bcnvision afirma que gracias a la implantación de Dynamics 365 Sales no solo han reducido su ciclo de ventas en un 20%, sino que han ahorrado 10 horas a la semana en la generación de informes.
Nosotros siempre le decimos a los clientes que si van a invertir en tecnología deben tener muy claro para qué y con qué objetivo. Obviamente el objetivo final debe ser mejorar su cuenta de explotación hoy y en el futuro, pero está en nuestro lado el ponérselo fácil.
La IA está revolucionando la forma en que las empresas gestionan sus operaciones y toman decisiones estratégicas. Por ejemplo, en el caso del ERP, la IA puede automatizar tareas repetitivas, como la generación de informes financieros, el procesamiento de facturas y la gestión de inventarios. Además, la IA puede analizar datos históricos y patrones de ventas para predecir la demanda futura, lo que ayuda a optimizar la cadena de suministro y la planificación de la producción. Asimismo, la IA puede detectar anomalías en los datos, lo que permite una detección temprana de posibles problemas y una respuesta rápida.
En el ámbito del CRM, la IA puede mejorar la gestión de las relaciones con los clientes al analizar grandes cantidades de datos para identificar patrones de comportamiento y preferencias. Esto permite personalizar las interacciones con los clientes, ofreciendo recomendaciones relevantes y adaptando las ofertas a sus necesidades.
Es la nueva revolución que llega a velocidad imparable. Se va a dejar de lado el tópico de la digitalización, y el valor para las empresas se centrará en la adaptación de las nuevas tecnologías de IA.
La IA también está dando que hablar en este campo, porque puede mejorar considerablemente la capacidad predictiva del BI. Al aplicar algoritmos de aprendizaje automático a conjuntos de datos históricos, la IA puede generar modelos predictivos que permiten anticipar resultados futuros y realizar pronósticos más precisos.
Además, el Business Intelligence ofrece un amplio abanico de posibilidades para empresas de cualquier tamaño y sector, permitiéndoles tener una visión global y en tiempo real de sus operaciones y resultados, y facilitando la identificación de oportunidades y el seguimiento de metas y objetivos.
Totalmente. Estamos presenciando una transformación profunda en la forma en que las empresas operan y toman decisiones estratégicas, gracias en gran medida a la capacidad de las tecnologías de las que hemos hablado (automatización, inteligencia artificial y software de gestión de última generación) para procesar grandes cantidades de datos, analizar patrones y tendencias, y ofrecer insights valiosos.
De hecho, alrededor del 75% del valor que los casos de uso de IA generativa podrían entregar se reparte en cuatro áreas: operaciones con clientes, marketing y ventas, ingeniería de software e I + D. Ejemplos que incluyen la capacidad de la IA generativa para apoyar las interacciones con los clientes, generar contenido creativo para el marketing y las ventas y redactar código informático basado en indicaciones de lenguaje natural, entre muchas otras tareas.