La compañía online que dominará el mercado en 2030 no tiene nada que ver con enrevesados modelos de negocio ni innovadoras ideas que ni siquiera están aún rondando por nuestra imaginación. Es mucho más sencillo que todo esto. Al menos, a simple vista. Ni bancos de bitcoins, ni plataformas de economía colaborativa, ni negocios de telefonía móvil.
Tal y como asegura el carismático Thomas Frey, director del Da Vinci Institute, la compañía digital que encabezará el mercado en la década de los 30 será “una empresa que gire en torno a la educación, de la que aún no tenemos noticias”. Así lo cree este futurista y fundador del revolucionario think tank, considerado como una de las mentes científicas mejor valoradas dentro del mundo de las nuevas tecnologías.
Siguiendo la línea marcada por Frey en su charla ‘Pensamiento revolucionario sobre el futuro de la educación’, cuyas conclusiones han dado la vuelta al mundo; la clave del éxito estaría en mejorar los cursos online que actualmente conocemos: dejarían de ser clases teóricas genéricas para centrarse en el alumno en particular que está detrás de la pantalla. Y, por supuesto, con un nuevo actor principal entrando en escena: los profesores no humanos.
A día de hoy existe tal demanda educativa en el mundo que pronto los seres humanos serán incapaces de satisfacerla. Para solucionar este problema, Thomas Frey lo tiene claro: se necesitan modelos educativos que no requieran de maestros tal y como los conocemos hasta ahora. De esta manera, el futurista esboza un nuevo esquema en el que entra en acción la inteligencia artificial y donde la carencia de profesores de carne y hueso sería reemplazada por ‘bots’.
Estos ‘bots’ serán capaces de detectar las habilidades y puntos débiles de los estudiantes, y emplearán una serie de algoritmos que adaptarán las lecciones a ellos. En líneas generales, el proceso se podría explicar equiparándolo a un método personalizado que explotaría las capacidades de los alumnos y les haría superar las flaquezas que tuvieran.
Desde el Da Vinci Institute aseguran que la compañía digital que encabezará el mercado será una empresa que gire en torno a la educación, de la que aún no tenemos noticias
A pesar de lo innovador que pueda parecer todo esto, Frey no llega a aventurarse a decir que los ‘bots’ reemplazarán a la educación tradicional. Sin embargo, este experto sí los considera como una especie de refuerzo, de apoyo. Si un niño tiene dificultades a la hora de aprender trigonometría –por ejemplo–, el ‘bot’ puede ayudarle durante sus horas de estudio fuera del colegio.
El fundador del Da Vinci Institute se muestra cauto en su teoría y también expone los inconvenientes. Según Frey, uno de los mayores obstáculos del aprendizaje a través de máquinas es que estos entes programados son incapaces de captar las interacciones sociales. Muchos de los actuales sistemas de inteligencia artificial son aún menos capaces –cognitivamente hablando– que un niño de 6 años.
Tal y como explicó en su conferencia, Frey considera que “no existe una fórmula que aplique para todos cuando de educación se trata”. La tecnología está modificando radicalmente la manera de aprender, y solo hace falta echar un vistazo por los colegios para darse cuenta. Hace unos años, que un centro educativo dispusiera de un aula de informática era todo un avance. Hoy ya no nos sorprende que los más pequeños utilicen una tablet para consultar la historia de España.
Pero no solo los centros de primaria y secundaria se están adaptando a las modificaciones tecnológicas que se están llevando a cabo en el siglo XXI. También las universidades sufren una transformación impulsada por los jóvenes que han vivido desde pequeños una forma de aprender diferente.
“Hay que identificar cuáles son los intereses de los alumnos. Así sabremos cómo enseñarle de una manera más rápida y eficaz a lo largo del tiempo”, augura Frey. No cabr duda: los cambios en el modelo educativo son urgentes y necesarios. ¿Estamos preparados para una educación basada en la inteligencia artificial?
