5 Congreso Internacional RRHH
HUMAN LIVES MATTER
Razones por las que seguir apostando por las personas
Las empresas españolas tienen aún mucho camino que recorrer en materia de flexibilidad laboral. Así lo refleja un estudio de la consultora Randstad, según el cual solo el 68 % de los empleados españoles puede cambiar su horario laboral para conciliarlo con el aspecto personal. Mientras, en el resto de países donde se realizó la encuesta, este porcentaje está cinco puntos por encima, situándose en un 73 %.
La flexibilidad laboral se refiere a la capacidad de adaptar las condiciones y el entorno de trabajo a las necesidades tanto de los empleados como de los empleadores. Esto puede incluir una variedad de prácticas y políticas diseñadas para ofrecer a los trabajadores una mayor autonomía y control sobre cómo, cuándo y dónde realizan su trabajo, mientras se mantienen los objetivos y la eficiencia de la organización.
Aunque podemos consolarnos con el dato de que Portugal es el único país que concilia peor que España, con un 67 % de los empleados con posibilidades de cambiar horarios, la realidad es que la flexibilidad laboral se ha convertido en la asignatura pendiente para nuestro país. ¿Por qué?
Para Áurea Rivela, Directora de Negocios de Utopicus, resulta necesario diseñar un modelo de trabajo híbrido (capaz de soportar esa flexibilidad) en el que debemos considerar tres ejes fundamentales: Espacio, Personas y Cultura. Estos protagonistas serán las piezas clave de un sistema de trabajo que facilitará la comunicación eficaz entre equipos, fomentará la creatividad y la colaboración y promoverá una atmósfera de trabajo basada en la confianza.
Resulta necesario diseñar un modelo de trabajo híbrido (capaz de soportar la flexibilidad) en el que debemos considerar tres ejes fundamentales: Espacio, Personas y Cultura
Para los expertos el mundo ha cambiado. Las formas de trabajar y cómo concebimos la oficina también son sujetos de transformación, y ambas deben adaptarse a los nuevos retos que demanda el entorno actual.
Cuando hablamos de flexibilidad laboral nos referimos al conjunto de acciones en materia de libertad de contratación y derechos laborales para mejorar la conciliación de los trabajadores y favorecer el equilibrio con su vida privada. Las tendencias que se encuentran en este conjunto de medidas son:
Tener la posibilidad de elegir la hora de entrada y salida (dentro de una horquilla) permite al trabajador organizarse mejor en casa. Además, reduce el estrés y mejora el compañerismo, ya que se tiene la libertad de elegir y se pueden adaptar mejor cuando surge algo inesperado.
Se trata de una de las medidas estrella durante la cuarentena, que muchos negocios adoptaron y otros tantos creen que ha llegado para quedarse. De hecho, el Gobierno aprobó una ley para regular el teletrabajo y apoyar esta modalidad. El teletrabajo permite al empleado total movilidad, vivir en una ciudad diferente a la del puesto de trabajo y ahorrar tiempo y dinero en transporte.
3. Vacaciones
La libertad a la hora de elegir los días de vacaciones es algo que pocas empresas ofrecen. Sin embargo, se trata de un aspecto muy valorado, siempre que el tipo de actividad lo permita. Las vacaciones flexibles pueden implantarse en función de los proyectos o tareas, en vez de hacerlo en base al número de días trabajados o las horas que establece la ley.
Incluir una serie de retribuciones o beneficios a los empleados es otra de las tendencias en flexibilidad laboral. Los seguros médicos, los cheques guardería o los tickets restaurante facilitan la vida personal de la plantilla y les motivan para trabajar en una u otra compañía. Este aspecto nos hace ver que el salario no es la única motivación del talento a la hora de decantarse por una empresa u otra.
Ofrecer opciones de trabajo a tiempo parcial permite a los empleados ajustar sus horas de trabajo según sus necesidades personales, como el cuidado de familiares o estudios. Esto puede mejorar la retención de empleados que de otro modo podrían dejar la fuerza laboral.
Permite que dos o más empleados compartan las responsabilidades de un solo puesto de trabajo, facilitando que cada uno trabaje menos horas mientras se mantiene la cobertura total del puesto. Esta práctica puede aumentar la satisfacción laboral y reducir el agotamiento.
Adaptar las condiciones de trabajo a las necesidades individuales de los empleados, como teletrabajo parcial, horarios de entrada y salida variables, o la adaptación de las tareas laborales a las habilidades y preferencias del empleado, puede aumentar la productividad y la satisfacción del trabajador.
Ofrecer oportunidades de formación y desarrollo profesional continuo puede ser una forma de flexibilidad laboral que beneficia tanto a empleados como a empleadores. Esto permite a los trabajadores adquirir nuevas habilidades y avanzar en sus carreras mientras se adaptan a las necesidades cambiantes del mercado laboral.
Implementar estas prácticas de flexibilidad laboral puede ayudar a crear un ambiente de trabajo más adaptado a las necesidades actuales, promoviendo un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal y aumentando la satisfacción y productividad de los empleados.
Además de los espacios flexibles, es fundamental el acompañamiento a la organización y a las personas hacia una cultura que responda a las necesidades de futuro.
Además de los espacios flexibles, es fundamental el acompañamiento a la organización y a las personas hacia una cultura que responda a las necesidades de futuro.
España nunca ha destacado por ser un referente en flexibilidad laboral, aunque hay que destacar el impulso que algunos métodos de flexibilidad, como el trabajo en remoto, ha tenido en los últimos meses, debido a la crisis del COVID-19. De hecho, según un estudio de la AIMC, actualmente, el 18 % de los trabajadores sigue teletrabajando, lo que supone multiplicar por dos la cifra que había antes de la pandemia.
No obstante, hay todavía muchos retos que la empresa española tiene que solventar para estar al nivel de flexibilidad de otros países. Según un estudio de Microsoft, el 95% de los directivos considera clave adaptarse a los modelos emergentes de trabajo flexible como motor de impulso de una nueva cultura:
La gran mayoría de los empresarios sigue la conocida como cultura presencialista: solo si el empleado está físicamente en la oficina el jefe cree que está trabajando. Dicho de otra forma: si no lo ve, no se fía de que esté cumpliendo con su labor. Esta idea es difícil de erradicar, pero en la práctica hay métodos de control de la productividad sin tener que estar presencialmente en la oficina.
Al hilo de lo anterior, pocos son los gerentes que tienen unos objetivos claros y definidos para su plantilla. Esto requiere un esfuerzo extra pero mide, de una forma muy real, cuál es el desempeño del trabajador mientras le ofrece toda la flexibilidad que necesita.
Con el boom del teletrabajo se ha demostrado que los empleados preferían utilizar sus equipos tecnológicos porque eran mucho más avanzados que los de la empresa. En otras ocasiones, esta ha sido incapaz de proporcionar herramientas tecnológicas adecuadas a su equipo para trabajar en remoto.
Los empresarios que no se atrevan a dar el salto a la flexibilidad laboral podrían decidirse si tuvieran incentivos por parte de la Administración. Algunos están concienciados con el tema, pero temen tener problemas en el negocio si se muestran demasiado complacientes.
Para la Directora de Negocios de Utopicus: «afortunadamente, contamos con un amplio abanico de opciones en el mercado para empresas de cualquier tamaño, que facilitan la adopción de modelos más ágiles y flexibles de trabajo».
En definitiva, se puede decir que aún queda mucho camino por recorrer para que la mayoría de las empresas en España instauren medidas reales de flexibilidad laboral. Si se puede extraer algo positivo de la pandemia es el impulso que ha provocado en algunas de estas medidas.
Desde luego hoy son muchas las compañías que optan por volver al modelo presencial o por introducir un modelo hibrido de trabajo cada vez más demandado por los empleados. Lo que en un inicio fue un cambio radical hacia el trabajo en remoto, ahora la tendencia ha evolucionado a lo que los expertos denominan trabajo flexible. Y esperamos que esta tendencia vaya en aumento.
El modelo híbrido se caracteriza principalmente por la flexibilidad, y esta ventaja repercute directamente en el empleado de una forma y en la empresa de otra, generando riqueza y mejores resultados.