El marketing en tiempos de crisis se convierte en el mejor aliado. No obstante, la crisis generada por la pandemia del coronavirus ha producido mucha incertidumbre y requiere cambios en la forma de entender los negocios y diferentes mercados.
La diferencia entre las empresas que redujeron su presupuesto y las que siguen manteniendo la misma inversión se nota en el posicionamiento de la marca y el aumento de clientes y ventas
Según la encuesta empresarial realizada por el Banco de España meses atrás, el 80% de las pymes tuvo que reducir su actividad por la COVID-19. Casi el 40% de estas presentaban caídas superiores al 60%. La disminución de la actividad fue generalizada, si bien más acusada en el sector servicios, restauración y hostelería.
Por otro lado, cabe destacar que esta crisis sanitaria ha disparado en un 136% los beneficios de los negocios que han invertido en marketing digital según la agencia de marketing digital eStudio34. Sin embargo, los datos de SEMrush inciden en la caída drástica de la publicidad digital según los resultados de las estadísticas de febrero a marzo de 2020, siendo belleza y fitness la única industria que ha aumentado su gasto publicitario.
No obstante lo anterior, y en opinión de los expertos de la agencia de marketing digital WSI -ganadora del premio a la mejor agencia de marketing digital por segundo año consecutivo en la WMA-, «Internet crecerá más en los próximos cinco años que en los últimos veinticinco años, y la COVID-19 no ha hecho más que acelerar esta tendencia, lo que está propiciando que muchas empresas necesiten servicios de Marketing Digital de forma más o menos urgente».
¿Qué hacer cuando la economía se ve afectada por una crisis que no se puede controlar? Los expertos recomiendan invertir en marketing y posicionar las marcas. Desafortunadamente, la mayoría de las empresas rebajan este presupuesto o deciden no invertir en publicidad. A continuación, se enumeran las cinco razones de por qué hacerlo:
Una buena estrategia de marketing sirve para que la audiencia recuerde la marca y, además, esta tenga mayor presencia en el mercado. Es una forma de mantener la conexión con los clientes o potenciales clientes.
Un gran número de negocios ha tenido que parar su actividad o reducirla. Surgen dudas sobre la vuelta a la normalidad, recuperar lo perdido y acaparar nuevos clientes. Pero cabe destacar que, a menos que se mantenga cerca la clientela, posiblemente esta decida a apostar por otras marcas o empresas.
Las herramientas digitales tienen muchas virtudes y cualquier empresa puede beneficiarse de ellas. Impulsar o apostar por nuevos canales de venta como un marketplace, ecommerce o las redes sociales beneficia a cualquier negocio.
Las crisis dan lugar a la toma de acción para buscar idear nuevas y caminos que lleven a nuevos mercados y otros públicos. En un mundo globalizado y con el peso que tiene internet, apostar por la internacionalización y el traspaso de fronteras no es complejo.
Con el modelo de marketing digital se puede adaptar un presupuesto mucho más ajustado para la empresa. Asimismo, se ofrece la capacidad de focalizar los esfuerzos en un target determinado en función de gustos, edades, zona geográfica, etc.
La diferencia entre las empresas que redujeron su presupuesto y las que siguen manteniendo la misma inversión se nota en el posicionamiento de la marca y el aumento de clientes y ventas.
El coronavirus ha acercado al pequeño consumidor a internet. Los expertos preveían que tras el confinamiento las preferencias de los compradores cambiarían a corto plazo. Nace así un nuevo consumidor poscovid que es más sensible al precio. Además, se informará mejor sobre los productos antes de comprar. Priorizará el consumo de productos básicos y pospondrá la compra de servicios de ocio.
Muchos nuevos hábitos digitales sobrevivirán a la pandemia. Por ejemplo, hay un gran número de actividades que ahora se harán en línea. Empezando por la oportunidad de trabajar online desde casa, hacer las compras por internet, practicar deporte o yoga, asistir a webinars gratuitos, formarse en nuevas áreas a través de la opción digital.
Cualquier crisis trae nuevos cambios y oportunidades. El actual es un nuevo proceso de adaptación en la era del comercio electrónico. El confinamiento ha reducido el consumo físico para dar mayor espacio a la venta online. Por ese motivo, hay que plantearse acciones estratégicas para mantener una imagen positiva de nuestra empresa y negocio en este nuevo escenario.
El marketing local es muy eficiente y asequible, pero los productos y servicios a través de internet están preparados para la globalización. Aunque este concepto puede parecer fuera del alcance de una pequeña empresa, nada más lejos de la realidad. Es necesario estar presentes en otros mercados interesados por los productos y servicios, aunque no se pueda llegar físicamente.
A lo largo de la historia se han producido diferentes crisis que sirven de ejemplo para la actual. Pero para mantenerse vivo hay que emplear una actividad estratégica en marketing. Esto lo saben las grandes compañías del mundo, como Disney, que supieron superar los momentos de incertidumbre financiera.
Durante la crisis del 29, la compañía Kellog’s duplicó su inversión en marketing y sus ganancias aumentaron un 30%. Pronto se alzó al liderato del sector.
Con la crisis del petróleo de los años 70, la marca Toyota mantuvo su presupuesto en publicidad a diferencia de su competidor. Esto lo convirtió en el primer fabricante extranjero en Estados Unidos por delante de Honda.
Finalmente, uno de los grandes ejemplos de la recesión de 2008 y 2009 es Amazon. Aumentó sus ventas un 28% mientras seguía invirtiendo en productos innovadores como el Kindle.
Para Luis Baelo, Executive Partner de WSI, «En Europa, vemos una gran concentración de clientes (43%) que invierten entre un 21% y 30% de su presupuesto de marketing en digital, mientras que en América Latina la mayoría de los clientes (67%) invierten una media de hasta el 20%. Los números norteamericanos están a la par con las estadísticas globales. A raíz de la pandemia global, estos números no paran de crecer. Y parece que esto se mantendrá más allá de la vuelta a la normalidad». Asimismo, apunta que «En España, aún tenemos que dar un paso adelante en cuanto a Marketing Digital se refiere».
Ante los nuevos cambios de comportamiento, las industrias deben reinventarse para atender a un nuevo consumidor. Hay que retomar un plan de marketing y ajustarlo a un cliente que regresa a un mercado cambiado, con nuevos hábitos y necesidades.
En resumen, el marketing en tiempos de crisis es una necesidad para cualquier empresa que quiera sobrevivir en un mercado tan competitivo. No basta con tener una web o ecommerce, hay que implementar ciertos factores y optimizar la información en los motores de búsqueda si se quieren obtener buenos resultados.
