Invertir en los mercados emergentes se ha convertido en una oportunidad que no pueden desechar las empresas españolas que tienen los recursos materiales suficientes para permitirse explorar nuevos horizontes. Unos nuevos horizontes relacionados, en este caso, en abordar una política de internacionalización de las inversiones.
Por otra parte, para llevar a cabo esta política de ampliación de los negocios a nivel mundial ya no es necesario contar con una costosa red de subsedes a lo largo del planeta. Hoy en día, es posible implementar estas inversiones mediante las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.
En especial, gracias a los nuevos dispositivos de conexión de datos, que permiten que las conversaciones y las transacciones fluyan, más allá de dónde se encuentre cada actor económico en tiempo real. Sin duda, se trata de una ventaja competitiva que, en el mundo de la gran empresa, no puede ser deperdiciada.
Los mercados emergentes son los que, aunque puedan ser explotados a nivel internacional gracias a los medios comentados en la introducción, se encuentran en países cuyas economías están en unos procesos de crecimiento significativos.
Brasil, India, México, Rusia, Corea del Sur, Turquía, Sudáfrica o China y la región asiática son países con mercados emergentes. Se suelen encontrar fuera de los que han sido considerados históricamente los países más desarrollados, por lo que sus expectativas de negocio son tan amplias como crecientes.
Por otra parte, cabe señalar que los bienes sobre los que se edifican estos mercados nacionales con fuerte vocación internacional están caracterizados por su escasez en el resto del mundo y alto valor global. Destacan, por ejemplo:
A grandes rasgos, se trata de mercados que, por su lejanía o la falta de conocimiento de los inversores, no han sido todavía suficientemente explotados. Por lo tanto, suponen ocasiones que no se pueden dejar de aprovechar.
A continuación, vemos cinco razones para invertir en fondos de inversión emergentes.
Desde Aberdeen Standard recomiendan destinar alrededor de un 20% de la cartera en estos activos, repartidos entre renta fija y variable
No todas las oportunidades de inversión en mercados emergentes están repletas de facilidades, sino que lo desconocido y lo que se está desarrollando también tienen sus dificultades. Por eso, en las siguientes líneas se comentan cinco riesgos de invertir en mercados emergentes. A partir de ello, será más fácil también escoger los fondos donde invertir con mayor seguridad.
Las fluctuaciones excesivamente fuertes en las divisas pueden ser un gran desafío, ya que afectan de manera directa a las inversiones en mercados emergentes. Estos cambios pueden reducir significativamente los rendimientos esperados y, en algunos casos, incluso resultar en pérdidas. La gestión eficaz del riesgo de cambio es crucial para los inversores que buscan capitalizar en estos mercados.
La inflación puede ser un problema persistente en los mercados emergentes, llevando a una devaluación de la moneda local. Esto puede erosionar el valor de las inversiones y complicar las predicciones a largo plazo. Además, una alta inflación puede afectar negativamente a la estabilidad económica del país, lo que a su vez impacta en la confianza de los inversores y en sus decisiones estratégicas.
Los mercados emergentes a menudo enfrentan problemas de liquidez, con márgenes de negociación bursátiles estrechos y volatilidad en los precios de las acciones. Esto significa que puede ser difícil para los inversores comprar o vender grandes cantidades de activos sin afectar significativamente su precio, lo que puede limitar la flexibilidad y aumentar el riesgo de la inversión.
La inestabilidad política es un riesgo inherente en muchos mercados emergentes. Los cambios abruptos en las políticas gubernamentales, los conflictos internos o las tensiones geopolíticas pueden tener efectos adversos en las inversiones. Estos factores pueden conducir a un entorno de inversión incierto, donde las decisiones deben tomarse con una cuidadosa consideración de los factores políticos.
La inversión en mercados emergentes puede conllevar riesgos legales y regulatorios, incluyendo la desprotección frente a fraudes y la falta de un marco regulatorio sólido. Esto puede resultar en disputas legales y dificultades para hacer valer los derechos de los inversores, aumentando así el nivel de riesgo y posiblemente desalentando la inversión extranjera directa.
Hay varias formas de invertir en mercados emergentes. Una opción es invertir en empresas o deudas emergentes. Mientras que otra alternativa se centra en la inversión directa en productos financieros como son los fondos de inversión indexados y ETFs.
Comprar directamente acciones de los mercados emergentes es una de las opciones más factibles, especialmente si se hace sobre grandes empresas como Alibaba, Taiwán Semiconductor, JBS Foods o Tencent. Todas ellas figuran entre las empresas de países emergentes donde los inversores centran toda su atención.
Otra opción es invertir en la deuda de un país emergente o de una empresa que lleva a cabo su actividad en dicha región. Es lo que se conoce como inversión en rentas fijas emergentes.
Existen múltiples fondos para invertir en mercados emergentes. Podemos clasificarlos según estos tipos:
La forma más práctica de invertir de forma global en mercados emergentes es hacerlo a través de un fondo indexado a partir de un índice de referencia. Es decir, se busca replicar exactamente el comportamiento de un índice bursátil específico. Algunos ejemplos son el Ibex 35, SP & 500, Euro Stoxx 50, etc.
También está la posibilidad dirigir la inversión a una oferta mucho más variada y especializada como los fondos ETFs (conocidos como fondos cotizados). Por lo que los fondos ETFs son más versátiles y dan pie a invertir en sectores y nichos de mercado más concretos. Un ejemplo sería el fondo SPDR Gold Shares ETF (GLD) que invierte en lingotes y aporta exposición al precio del oro, o el fondo iShares China Large-Cap ETF (FXO) que invierte en las principales compañías del ámbito financiero, como bancos y empresas de inversión.
También conocidos como fondos de inversión, son fondos que no siguen índice, sino que aplican estrategias activas para potenciar los resultados. En este caso se puede invertir en emergentes a nivel global o en zonas geográficas específicas. Algunos ejemplos serían el fondo Renta 4 Latinoamérica FI o el Fidelity Emerging Markets.
En definitiva, la inversión en los mercados emergentes está repleta de buenas oportunidades, pero conviene planificar con antelación para no verse sometido a tensiones contraproducentes para los negocios.