El Cloud está en boca de todos, pero no es la única actualidad. Estas últimas semanas, el topic del momento ha sido la Inteligencia Artificial, el ChatGPT, el data y otros tantos términos que hacen que directivos y expertos se pregunten cómo esos avances van a influir en la actividad de su empresa, si lograrán integrarse y adaptarse con naturalidad o si la oportunidad se convertirá en error y fracaso. Tan solo hace un año, hablábamos también de cómo el teletrabajo irrumpió en nuestra rutina como única alternativa y hoy está ya tan implantado que pareciera que lleva con nosotros toda la vida y que es la híbrida la modalidad más productiva.
Sea cual sea el tema de conversación, todos tienen en común que se centran en la digitalización, la digitalización de la empresa como vía para el crecimiento y la captación de talento, como forma de modernización en pro de mejorar la productividad de cara a los clientes o como estrategia de diferenciación y posicionamiento frente a la competencia. Y, en dicha digitalización, la nube ocupa un papel tan imprescindible como prioritario.
En enero lanzamos un estudio que analizaba cómo las empresas españolas están adoptando el Cloud y de qué manera están liderando su migración a la nube. Además de los datos y porcentajes, así como una radiografía precisa de la situación de las organizaciones con respecto a su proceso de transformación tecnológica, el informe nos sirvió para confirmar lo que llevábamos un tiempo percibiendo: no existe digitalización exitosa si no se cuenta con una estrategia madura en la nube.
Las empresas también están al tanto de la ventaja competitiva que les proporciona el Cloud. De hecho, solo el 6% no ha iniciado todavía la migración de datos. Pero más allá de los beneficios de escalabilidad, flexibilidad, agilidad, reducción de costes, facilidad para la conciliación y fomento de la adopción de soluciones de ciberseguridad, llama la atención la predilección general que existe sobre el modelo híbrido.
Más allá de la escalabilidad, flexibilidad, agilidad, reducción de costes, facilidad para la conciliación y fomento de la adopción de soluciones de ciberseguridad, llama la atención la predilección general que existe sobre el modelo híbrido
Esta es la opción que combina la nube pública y la privada con la infraestructura física. Desde nuestra opinión experta como integradores, la modalidad más rentable, pese a que su elección dependa de las necesidades concretas de cada negocio y de su capacidad económica y técnica. Con un modelo híbrido, las empresas obtienen al mismo tiempo los beneficios de la nube pública antes mencionados (escalabilidad, continuidad de negocio, facilidad para la colaboración externa y acceso a tecnologías innovadoras) y conservan, a la vez, el uso privado del Cloud para aquellas apps que deben mantenerse on prem.
Por otro lado, en el informe también quisimos estudiar el modelo de servicio que poseen las empresas para gestionar las cargas de trabajo. Aquí vimos que la mayoría utilizaban IaaS para soluciones de storage y backup, y computo para servidores de aplicación y web, que se usaba PaaS para desarrollar, desplegar y gestionar apps optimizadas para la nube, y SaaS para suites de colaboración, ofimática y eCommerce, dada la facilidad para su adopción.
Esta es la prueba irrefutable de que la nube es versátil y capaz de dar respuesta a los requerimientos de una empresa de la era contemporánea en cuanto a su entorno digital. O, lo que es lo mismo, es la prueba de que el Cloud es la base que se necesita para desarrollar soluciones tecnológicas enfocadas a cualquier objetivo, ya sea este la ciberseguridad, la modernización de aplicaciones, la medición y el análisis de datos o el trabajo colaborativo en remoto. Por eso, la estrategia de cualquier organización debe estar enfocada en iniciar o continuar el Journey to Cloud pues, sin la nube, cualquier ánimo de digitalización se verá ralentizado o imposible.
La nube es versátil y capaz de dar respuesta a los requerimientos de una empresa de la era contemporánea en cuanto a su entorno digital.
Por nuestra parte, la responsabilidad primordial será lograr el máximo nivel de certificación y conocimiento del mercado y sus sectores para, cuando se requiera, responder las dudas y peticiones que las compañías tienen acerca de la nube. Según el estudio que realizamos, más información acerca de la ciberseguridad en este ámbito, más facilidad para la evaluación de costes y, lo que quizás más nos apela, contar con partners integradores que provean de un seguimiento y actualización constante. Si lo logramos, estaremos allanando el terreno para que, cuando el cliente adopte la nube en su Journey to Cloud, estemos preparados.
