Lean Six Sigma tiene sus antecedentes el modelo Six Sigma desarrollado por Motorola a finales de la década de los ochenta. ¿Cuál era su propósito? La necesidad de igualar o superar a sus competidores japoneses. Bill Smith, el ingeniero responsable de su creación, desarrolló esta metodología como una estrategia de negocios y mejora de la calidad y, posteriormente, lo mejoró y popularizó General Electric.
A pesar de que el concepto nació en el seno del sector industrial, hoy muchos de sus instrumentos se aplican al sector servicios. Así, se emplea en todo el mundo por empresas que buscan una filosofía de actuación para ocupar niveles de liderazgo en su sector. Lean y Six Sigma comparten objetivos. Ambos proponen mejorar la gestión y los procesos de una empresa. Sin embargo, Lean se enfoca más en la velocidad de los procesos; mientras que Six Sigma se centra en aumentar la calidad.
Lean Six Sigma es una metodología cuyo objetivo es mejorar los procesos, con el propósito de incrementar la rentabilidad y productividad de estos.
El proyecto Six Sigma busca reducir la variabilidad de los procesos. Para ello, emplea una serie de herramientas estadísticas. Así, da prioridad a los requisitos del cliente. Según su filosofía, todo proceso se ha de ajustar a dichos requerimientos. Si no lo hace, son fallos que pulir.
De este modo, la metodología de Lean Six Sigma se concreta en eliminar los aspectos que impidan o dificulten el ajuste del producto a los requisitos del cliente. Reduce, así, sus defectos en la entrega final.
Lo más destacado es:
Son dos metodologías complementarias, aunque tengan diferencias. A través de Lean Manufacturing, los coordinadores de GAP (Grupos Autónomos de Producción) y el personal de soporte, con sus correspondientes reuniones diarias, hace que la comunicación fluya de manera ascendente.
En este sentido, el empoderamiento de los operarios facilita la implementación de proyectos Seis Sigma. Estos proyectos son técnicos y se enfocan a la resolución de problemas complejos que necesiten de personal pluridisciplinar y de coordinación interdepartamental.
Lean Six Sigma emplea la metodología Six Sigma y una conjugación de herramientas Lean y estadísticas.
El acrónimo DMIAC (definir, medir, analizar, mejorar y controlar) marca el rumbo del funcionamiento del método. Con esta sucesión de pasos se consigue una mejora:
El problema, el valor para el cliente, el equipo y el proyecto. Así, se trata de encontrar el problema o defecto concreto y validarlo al tiempo que se definen los participantes del programa.
Hace alusión al rendimiento y responde a la pregunta de qué se necesita para mejorar. Consiste en mapear el proceso y determinar la fiabilidad de los datos. Se quiere encontrar una solución de mejora.
Identificar fuentes de variación y causas raíz. Se centra en los procesos y los factores de influencia. El objetivo es poder cambiar las causas.
Se trata de hacer cambios para incrementar el rendimiento.
Se asegura de establecer controles para el mantenimiento de las mejoras realizadas. Se deben tomar las medidas imprescindibles para garantizar la continuidad de la mejora. De esta forma, se valora tanto la satisfacción del cliente como el término económico.
De esta manera, Lean Six Sigma es una filosofía poderosa, una metodología y un conjunto de herramientas. Integra el conocimiento de alto valor generado en la historia de la mejora. Esto lo convierte en un sistema eficiente y simple.
La metodología puede proporcionar una ventaja competitiva y se está transformando en uno de los indicadores y estrategias más importantes para las empresas, que están consiguiendo avances.
El objetivo primordial del método Lean Six Sigma es suprimir todos los aspectos que impidan o dificulten que el producto no se ajuste a los requerimientos del cliente. Reduce, por ello, los defectos en la entrega final.
Los desperdicios que trata de eliminar son:
El conocido por Mapa de Flujo de Valor es un instrumento del sistema Lean que examina flujo de información y materiales en el seno de un proceso de producción. Su objetivo es brindar al cliente el producto que requiere.
A continuación, se desvelan las acciones del Value Stream Mapping:
Esta herramienta se puede emplear para desarrollar una ventaja competitiva y evitar fallos en el proceso. Además, idea una lengua estandarizada dentro de la compañía para una mejor eficacia de los procesos y de los empleados.
Por este motivo, se podrán enfocar los esfuerzos en los procesos en los que se produzcan más fallos o, simplemente, aporten más valor a la producción.
Es la técnica de elaborar un mapa de flujo o diagrama mostrando cómo los recursos y la información disponible fluyen a través del proceso con outputs e inputs.
En definitiva, se puede implementar el modelo Lean Six Sigma en la empresa y mejorar la productividad. Por lo tanto, el concepto Six Sigma permite conocer y comprender los procesos, de tal forma que se puedan eliminar los desperdicios generados en ellos.