GASTOS DE EMPRESA: HACER FRENTE AL DESAFÍO 2023
Gastos directos o indirectos, gastos fijos o variables, gastos operativos o no operativos, gastos discrecionales u obligatorios… Seguramente conozcas la clasificación general pero… ¿Sabes, específicamente, qué tipos de gastos empresariales son los más esenciales para tu compañía?
Identificar los gastos generales de una empresa es clave para poder deducirse el 100% de sus posibilidades cada trimestre fiscal y llevar un control absoluto de todo lo que va a salir de la caja. Si estás lejos de acercarte a una organización con una gestión ejemplar de sus cuentas, al menos empieza por conocer aquellos gastos de los que difícilmente te puedes librar.
¿Tu empresa se encuentra en una fase más inicial, arrancando como coworking, o ya está ubicada en unas oficinas propias alquiladas en un edificio del centro de la ciudad? En cualquier caso, los gastos relacionados con el espacio de trabajo son otros que debes considerar.
Tanto si tu empresa trabaja totalmente en remoto como si lo hace en unas oficinas, los suministros como el agua, la luz o el gas también son un tipo de gasto que deberás satisfacer.
Bolígrafos, libretas, carpetas, grapadoras, toallitas desinfectantes, bolsas de basura y todo tipo de gastos de material utilizado para el trabajo en oficina y el mantenimiento del espacio… también suponen un desembolso empresarial.
Hablamos de escritorios, sillas y el conjunto de muebles presentes en la oficina, así como de activos como, por ejemplo, los ordenadores de sobremesa, portátiles, impresoras, escáneres y demás máquinas.
El coste de acciones publicitarias, derivado de cualquier anuncio, en el canal online o físico, es casi un básico para cualquier compañía que quiera consolidar su imagen de marca.
No olvides los servicios profesionales que paga tu empresa: asesores fiscales o mercantiles, consultores de cualquier tipo, empresas externas de limpieza…
Un buen porcentaje de los gastos generales en una empresa son aquellos destinados a organizar y controlar la empresa, como los salarios de miembros del equipo dedicados a este fin.
Hacen referencia a los costes del dominio de la web, del hosting, del mantenimiento del servidor… Pero también se incluyen pagos recurrentes a herramientas online.
A la hora de buscar nuevos clientes y proveedores o mejorar sus relaciones con los ya existentes, aparecen en escena lo que se conoce como gastos de representación.
Entradas a eventos deportivos, congresos, actos culturales, espectáculos... Si son para el propio personal de la empresa, se incluyen en esta categoría.
En definitiva, conocer los tipos de gastos en una empresa y llevar un buen control de los mismos es decisivo para garantizar un desarrollo económico óptimo. Más teniendo en cuenta que casi 9 de cada 10 empresas españolas no es una multinacional ni cuenta con un experto departamento financiero, realizar una buena gestión de los gastos empresariales a los que se enfrenta una startup o pyme es vital, especialmente en los primeros meses -incluso años- de vida del negocio.