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Cómo implementar la gamificación en las empresas

Que los niños aprenden jugando es un hecho. Basta recordar cómo memorizar la tabla de multiplicar con una cancioncilla ayudaba a retener que 9×6 son 54. Sin embargo, esta afirmación categórica no es exclusiva del público infantil, sino que también los adultos tienen la posibilidad de pasar un rato divertido mientras amplían sus conocimientos. Hablamos de los beneficios de la gamificación empresarial.

¿Qué es la gamificación en la empresa? 

La gamificación en la empresa engloba un conjunto de técnicas basadas en el aprendizaje a través del juego con la finalidad de potenciar la motivación laboral y la productividad de los empleados. “A través de la gamificación se logra que las personas aprendan de una manera más eficaz, aportando un plus de naturalidad y de motivación al hecho de aprender”, asegura Mertxe Gordillo, pedagoga tecnológica.

Según la experta especializada en Gestión de Proyectos e-Learning, la gamificación no trata el juego por el juego, sino que busca aprender mediante él: “El contenido que hay detrás del juego es exactamente el mismo que hay detrás de un curso, solo que de una manera más motivadora”, aclara Gordillo.

Así, en el ámbito de las organizaciones empresariales, la gamificación se postula como una alternativa innovadora mediante la cual los participantes se siente más atraídos por sus labores. Asimismo, las tareas más cotidianas y/o menos “apetecibles”, mediante el juego se hacen menos monótonas y aburridas para los empleados.

Beneficios de la gamificación en las empresas

Las ventajas de la gamificación frente a otros sistemas de aprendizaje son muchas y variadas, aunque queda claro que ninguno de ellos es mejor que el otro. “Existen otras opciones de formación online que pueden responder a otras necesidades y momentos en los que se encuentre el cliente”, explica Gordillo, quien nos recuerda que “los cursos online no han quedado en absoluto en el olvido” pese a la implementación y generalización de la gamificación como método de aprendizaje.

Sin embargo, la experta apunta que uno de los elementos que hacen de la gamificación un sistema perfecto para aprender, es el hecho de que “es a través del juego como mejor se fomenta el sentimiento de pertenencia e identidad en la organización”.

Además de fomentar ese sentimiento de pertenencia a una empresa y crear lazos a diferentes niveles entre los compañeros, la gamificación empresarial conlleva otros beneficios para aquellas compañías que lo ponen en práctica.

Mejora de la productividad y la motivación

Está comprobado que cuanto más motivados estamos, más se potencia la productividad en el trabajo. En este sentido, al utilizar el juego como forma de aprendizaje y aprender de una manera más distendida e innovadora, la motivación y el rendimiento se ven claramente beneficiados. De hecho, según un estudio de TalentLMS, el 87% de los trabajadores perciben la gamificación en la empresa como una fórmula para ser más productivos.

Fomento de la creatividad

Ser más creativos nos ayuda a encontrar soluciones a problemas de una forma más rápida y con mejores resultados. Grandes empresas como Google dedican parte de la jornada laboral a actividades lúdicas que fomenten la creación de nuevas ideas.

Mejora de la comunicación

Tanto a nivel interno dentro de un departamento como en los diferentes niveles de la estructura de una empresa, la gamificación contribuye a generar una buena comunicación en la empresa, lo cual es clave para el funcionamiento óptimo de los equipos.

Introducción de nuevas dinámicas

Desarrollar el crecimiento del empleado y de la empresa en general a través de la continua innovación es siempre garantía de éxito. Y este es otro de los poderes de la gamificación en el terreno empresarial.

Desarrollo de habilidades específicas

La gamificación en la empresa también resulta esencial para que cada uno de los miembros de un equipo pueda desarrollar y fortalecer las habilidades innatas.

Mejora de la imagen de marca

Esta mejora no tiene por qué ser únicamente hacia los potenciales clientes, sino que también es beneficioso trabajarla de cara a los propios empleados. Es interesante emplear la gamificación en este caso para que puedan conocer las características de la empresa y percibir sus valores, lo cual hará que se sientan más implicados.

Cómo se utiliza la gamificación: ejemplos de empresas que la aplican

Para emplear la gamificación resulta clave utilizar el juego acorde a criterios cognitivos y alineados con la motivación. Esto es clave para idear actividades que se perciban como interesantes y que estimulen los centros cognitivos de recompensa, promoviendo la concentración y la iniciativa de llevar a cabo determinadas tareas. En este sentido, es clave incorporar elementos como la competencia y el premio, propios del juego.

Un ejemplo de gamificación en la empresa lo vemos en Correos, que propuso a modo de juego propuso a sus empleados revisar 160.000 páginas de la web y realizar propuestas de mejora. Cuantas más hicieran más puntos ganaban, los cuales podían canjearse por premios en forma de dispositivos móviles, cobertura de dietas, retribuciones económicas, etc.). Una propuesta que despertó un gran entusiasmo en los trabajadores y que, gracias a esta técnica de gamificación, Correos logró un ahorro significativo.

A nivel externo, emplear la gamificación en la empresa para captar y fidelizar clientes por ejemplo, es también una apuesta ganadora. Un buen ejemplo de ello es el de Nike, que con su app NikeFuel ha premiado el ejercicio físico de los usuarios, motivando estos a utilizar sus productos deportivos. También Starbucks ha utilizado la gamificación en su empresa premiando a sus clientes en cada consumo con productos gratuitos.

Así pues, emplear la gamificación pasa por crear estrategias de juego que generen una sensación de obtener alguna recompensa. Así, la motivación y el rendimiento se verán potenciados y, con ello, la productividad de la empresa.

¿Qué actividades se pueden realizar dentro de la técnica de gamificación para los empleados?

Hemos visto que la gamificación empresarial se puede practicar tanto a nivel interno, con los empleados, y también a nivel externo, para incentivar el interés de los consumidores por una marca, producto o servicio. En ambos casos, hay varias técnicas de gamificación que se pueden aplicar en entornos organizacionales y empresariales:

En procesos de selección 

¿Sabías que la gamificación también puede utilizarse en el ámbito de los recursos humanos? Se trata de una forma de hacer más atractiva y amena de llevar a cabo la captación de talento. Asimismo, gracias a este tipo de dinámicas se llega a una mejor toma de decisiones sobre el candidato ideal para cada puesto.

Hay empresas como PwC que han establecido una simulación en la que durante unos días algunos candidatos desarrollan su potencial y demuestran sus aptitudes. A partir de ahí se hace más fácil y efectiva la contratación. 

En actividades de formación continua

En numerosas ocasiones, la formación continua en los puntos de trabajo suscita falta de interés y motivación en los empleados. ¿Qué mejor que utilizar el juego como estrategia para promover la capacitación en los trabajadores?

La empresa HP es una de las que ya lo ha hecho, con un sistema de gamificación orientado a la formación en ciberseguridad, donde los trabajadores ponen a prueba unos con otros los conocimientos adquiridos. Una vez más, se apuesta por una técnica de gamificación con elementos de recompensa y competitividad, característicos del juego.

Para impulsar la cultura empresarial 

Más allá de aplicarse para promover la productividad y potenciar las ventas, la gamificación también se puede aplicar para fortalecer la cultura corporativa. Un ejemplo de ello es desarrollar un programa que fomente los hábitos saludables en los empleados, entre otras actividades de gamificación para favorecer el clima laboral y la identidad de la organización. 

Los errores más comunes de la gamificación en empresas

A pesar de que el ser humano está predispuesto positivamente al juego y lo identifica como algo atractivo de manera natural, hay que evitar determinados errores que pueden hacer fracasar esta metodología.

Entre los fallos más comunes está el hecho de que los esfuerzos se centren en el juego y no en los intentos por hacer que las personas adquieran e interioricen conocimientos: “A veces se plantean juegos con normas complejas y esto despista al usuario del objetivo que queremos abordar, que es que aprenda”, sentencia la pedagoga.

Otro de los errores es olvidar que “se debe tener siempre presente al interlocutor en el juego y prestar atención a sus motivaciones, sus competencias digitales, etc”.

Además, es importante tener en cuenta que no se puede convertir la gamificación en una pura competición pues, en este caso, se estaría obviando el objetivo principal –el aprendizaje–: se pretende que el usuario “se enganche y aprenda, no solo que gane”. Se debe evitar el fomento de la competitividad, ya que estaríamos consiguiendo el objetivo opuesto.

En cuanto a los inconvenientes de la metodología, Gordillo solo encuentra uno: “Si se implementa correctamente, un proyecto de gamificación no tiene desventajas salvo que genera ganas de más… en positivo, por supuesto”.

En definitiva, la gamificación empresarial puede ser la herramienta que tu compañía necesita para promover la motivación y la productividad. ¿El resultado? Organizaciones más unidas, empleados mejor formados y mayores perspectivas de crecimiento.

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