En un escenario plenamente globalizado, el liderazgo inclusivo permite dirigir y gestionar equipos desde la diversidad, el respeto y la igualdad de oportunidades. Se trata de una forma de liderazgo que prioriza la singularidad de cada integrante del equipo, así como su ideología y potencial.
Los equipos de trabajo actuales están marcados por la heterogeneidad, tanto en cuestión de género, como a nivel cultural y jerárquico. Ante esta variedad, es importante saber cómo gestionar el talento de forma inclusiva y respetando la diversidad. Vamos a ver cuáles son las competencias clave para ser un líder inclusivo y diverso y las ventajas de ser uno de ellos.
Aprovechar el talento diverso es una oportunidad para las organizaciones, y es fundamental que los líderes promuevan entornos diversos e inclusivos donde todos los miembros puedan alcanzar su máximo potencial
El liderazgo inclusivo es una forma de liderazgo que potencia la diversidad de perspectivas, experiencias y habilidades dentro de un equipo. Es un enfoque que fomenta la participación equitativa de todos los miembros, independientemente de sus características personales y profesionales.
Hoy en día, a pesar de los avances logrados en materia de diversidad e inclusión, aún existen desafíos para alcanzar un liderazgo inclusivo en muchas organizaciones. Ejemplo de ello son los sesgos inconscientes, la cultura organizacional resistente al cambio, la falta de representación diversa en roles directivos y las barreras estructurales, entre otros.
Es evidente que todavía hay obstáculos que impiden un liderazgo inclusivo completo. Aprovechar el talento diverso es una oportunidad para las organizaciones, y es fundamental que los líderes promuevan entornos diversos e inclusivos donde todos los miembros puedan contribuir plenamente y alcanzar su máximo potencial
Cuando se promueve un liderazgo inclusivo, se fomenta la participación activa de todos los miembros del equipo, lo que conduce a una mayor diversidad de ideas, perspectivas y enfoques. Esta diversidad de pensamiento y experiencia enriquece la toma de decisiones, promueve la innovación y estimula la creatividad dentro de los equipos.
La diversidad y la inclusión en el liderazgo van más allá de la ética y la moral. Su implementación aporta ventajas competitivas significativas para los trabajadores, los equipos y las organizaciones en general, como las siguientes:
La diversidad de pensamiento y experiencia enriquece la toma de decisiones, promueve la innovación y estimula la creatividad de los equipos
La productividad de los trabajadores aumenta cuando estos se sienten motivados y comprometidos con los objetivos económicos, lo que impacta de lleno en la cuenta de resultados. Esa motivación y ese compromiso viene dado cuando aparece la figura de un líder inclusivo que pone en práctica sus habilidades y conocimientos, y que es capaz de integrar a todo un equipo en una estrategia común.
Todo ello redundará en los beneficios económicos. En concreto, según recoge el estudio sobre diversidad e inclusión de Michael Page, las empresas que cuentan líderes inclusivos pueden llegar a mejorar sus resultados financieros en un 30%.
La reputación o la imagen de marca de la empresa se potencia si nuestros equipos son diversos y representan a un conjunto de personas con enfoques o puntos de vista muy variados, con aspectos personales que los hacen únicos y diferentes.
Es evidente que las empresas que valoran y promueven la diversidad y la inclusión a menudo se perciben como más auténticas, éticas y responsables socialmente. Esto puede atraer a clientes y socios que valoran estos aspectos, brindando una ventaja competitiva en el mercado.
La toma de decisiones no es asunto baladí en el mundo empresarial. Cada vez es más complejo decidir en entornos altamente cambiantes y volátiles. Lo que sí está claro, es que cuantos más enfoques o perspectivas tengamos sobre un determinado tema, más fácil será tomar una decisión, porque estaremos evaluando un conjunto de alternativas y opciones diferentes entre sí. En la diversidad de opiniones reside el verdadero valor de llevar a cabo la toma de decisiones.
Está demostrado que la diversidad y la inclusión en los equipos mejoran el rendimiento personal y por ende, el de las empresas. A mayor diversidad, mayor riqueza de ideas, de enfoques y de puntos de vista, que confluyen en el incremento exponencial de la productividad.
Además, el liderazgo inclusivo crea un ambiente de trabajo más equitativo y justo, donde todos los empleados se sienten valorados y apoyados. Esto genera un mayor compromiso y satisfacción laboral, lo que a su vez se traduce en una mayor productividad y rendimiento individual.
Los equipos diversos se caracterizan por resolver mejor los conflictos a pesar de sus diferencias. Pero esto no solo es mérito de las personas que lo conforman sino del líder que asume la responsabilidad de generar un ambiente agradable y resolver los desacuerdos de una manera natural y objetiva.
Cuando los equipos son diversos y existe un liderazgo inclusivo, estos se benefician de una mejor resolución de problemas: la variedad de perspectivas y enfoques ayuda a abordar los desafíos desde diferentes ángulos, lo que aumenta las posibilidades de encontrar soluciones innovadoras y efectivas.
Desarrollar soluciones creativas es un talento innato en los equipos liderados por directivos inclusivos. La creatividad corre por sus venas y la disparidad de opiniones e ideas nutre los enfoques y dinámicas de trabajo. Un estudio publicado en Harvard Business Review desveló que las empresas dirigidas por equipos de liderazgo culturalmente diversos tienen más probabilidades de crear nuevos productos que aquellas con un liderazgo homogéneo.
Los equipos diversos son una fuente inagotable de innovación; en ideas, procesos y formas de abordar los proyectos. La innovación se convierte en el valor diferencial de las empresas que las impulsa al siguiente nivel.
Como consecuencia del impacto positivo del liderazgo inclusivo en las organizaciones, cada vez más empresas se suman a esta tendencia. Pero, ¿cómo ser un líder inclusivo exitoso? Adquirir habilidades directivas y competencias como estas es clave para potenciar la diversidad laboral:
Un líder inclusivo debe tener la capacidad de enfrentar adversidades y dificultades en torno a distintas situaciones y necesidades de cada miembro del equipo. Su equilibrio emocional y capacidad de resistencia son pilares esenciales para manejar situaciones adversas que puedan surgir en los equipos de trabajo.
Para ser un líder inclusivo es necesario practicar la escucha activa con todos los miembros del equipo y tener una mente abierta. Es decir, la idea es fomentar que los colaboradores aporten y debatan de forma abierta sus propuestas y opiniones, con el firme objetivo de tomar mejores decisiones.
Tener una visión amplia del mundo que nos rodea favorecerá las competencias de un líder inclusivo. Aprovechar y maximizar el alcance de los equipos heterogéneos y lidiar con la diversidad de opiniones es propio de este tipo de liderazgo.
Tener una mentalidad abierta implica ser capaces de adaptar políticas y beneficios que puedan mejorar la satisfacción de los empleados. Algunos ejemplos son ofrecer flexibilidad horaria, dar cabida a la conciliación familiar y aplicar teletrabajo cuando la circunstancias y necesidades así lo requieran.
Trabajar la motivación y la satisfacción de los equipos es la manera de sacar la mejor versión de los trabajadores. De hecho, las organizaciones con culturas inclusivas son hasta cuatro veces más propensas a contar con personal satisfecho en todos los roles y niveles jerárquicos, según datos del Informe Diversity Matters de MCKinsey.
Aplicar estrategias de Mentoring o Business Coaching es una manera de optimizar el talento diverso, de sacarle provecho y de ayudar y guiar a las personas a alcanzar objetivos que impacten de lleno en los resultados globales de la organización.
Otro aspecto importante del liderazgo inclusivo es la capacidad de trabajar en equipo. La inclusión no es solo la suma de singularidades independientes, sino que debe aportar un plus al resultado final del conjunto. Esto solo se consigue si eres capaz de ensamblar los diferentes perfiles para que puedan interactuar, trabajar la creatividad y obtener mejores resultados juntos que por separado.
Ahora bien, de nada serviría potenciar e impulsar esa diversidad si no se crea, a su vez, un ambiente de confianza en el que los trabajadores se sientan respetados y valorados. Por tanto, no olvides que un líder inclusivo sabe delegar, porque confía en la solvencia de todo su equipo. Delegar es una capacidad que se trabaja y que se forja desde la confianza hacia las personas que configuran un equipo.
La implementación del liderazgo inclusivo tiene un impacto determinante en la gestión de equipos, tanto en la captación o atracción como en la retención o fidelización de los empleados:
Los líderes inclusivos dentro de la organización maximizan el rendimiento de los trabajadores y en consecuencia impulsan el crecimiento de las empresas
En definitiva, los líderes inclusivos promueven la diversidad de ideas, aumentan el compromiso y la satisfacción laboral, mejoran la resolución de problemas y potencian la reputación empresarial. Al aprovechar estas ventajas competitivas, las organizaciones maximizan su rendimiento y prosperan en un entorno empresarial cada vez más diverso y globalizado.