El marketing promocional aparece tras fabricar un producto y una vez se adentra en el mercado, este puede ofrecer una opinión completamente distinta a la que se tenía en un principio. Cada una de las ventas que se producen están envueltas por varias circunstancias que en ocasiones no se pueden controlar.
El marketing promocional o marketing experiencial son un conjunto de acciones destinadas a aumentar el interés por medio de un estímulo, y así influir en las compras.
Para obtener un buen provecho de una campaña de marketing de estas características es necesario que el estímulo sea limitado en el tiempo, de gran relevancia para el comprador y, si fuera una promoción especialmente agresiva, también se deberían limitar las unidades que entran en dicha oferta.
Los mejores momentos para crear una estrategia de estas características son los siguientes.
Cuando se detecta la necesidad de aplicar una promoción es necesario crear una estrategia completa donde se definan las acciones a desarrollar.
Para crear la mejor estrategia posible es necesario analizar las siguientes cuestiones:
En primer lugar, se debe saber las circunstancias del producto, si tiene mucha competencia o si por el contrario acaba de salir al mercado.
Es decir, qué se pretende: apoyar a un equipo, obtener mayor visibilidad, renovar el stock…
Si es necesario ser agresivo se pueden utilizar estrategias de marketing de interrupción, si se quiere una gran visibilidad se puede optar por estrategias de field marketing…
Si se enfocan en el precio del producto se puede hacer un descuento, se puede poner un stand en un punto de venta o se pueden realizar ventas agrupadas, entre otras cosas. Igualmente, importante es saber cómo se le van a comunicar a los consumidores estas promociones.
Para asegurarse que el plan ha tenido éxito es necesario prestar atención a algunos indicadores clave.
Además de todas estas cuestiones de las que se ha hablado, es necesario saber a quién se va a dirigir la campaña, quién es el objetivo y qué necesidad satisface el producto que se quiere promocionar. Cualquier campaña de marketing promocional debe tener un claro objetivo. Estos pueden ser recuperar antiguos clientes o atraer nuevos, por ejemplo.
Es necesario saber a quién se va a dirigir la campaña, quién es el objetivo y qué necesidad satisface el producto que se quiere promocionar
Como se ha dicho, es necesario evaluar la mejor forma de atraerlos de nuevo, para lo que se debe idear la mejor promoción acorde a sus características personales. El marketing digital es un gran aliado en el que se puede apoyar toda la estrategia de marketing promocional, ya que facilita que una mayor cantidad de personas sean conscientes de dichas ofertas y se aumenta la probabilidad de compra.
Algunas de las acciones online que se pueden llevar a cabo para desarrollar un plan de marketing promocional son:
Por ejemplo, sitios como Groupalia o Groupon ofertan precios del nivel de los cupones de descuento o los más bajos de las ofertas.
En los comercios electrónicos tienen mucha aplicación, porque pueden enviar información tras rellenar formularios, utilizar el retargeting, promocionar o lanzar nuevos servicios o productos… Para que esta técnica funcione correctamente hay que realizar una buena segmentación de los usuarios. En caso contrario otorgaría más fallos que beneficios.
Gracias a las redes sociales, el social commerce y el social sharing, todos los anunciantes se han percatado de que además de aumentar la publicidad y notoriedad de su marca, los usuarios interaccionan de forma dinámica y personalizada con ella. Partiendo de ahí, es sencillo fomentar la participación para ampliar la imagen y los servicios o productos de una marca.
Son boletines de noticias que promocionan las novedades, la imagen y el mensaje de las empresas que lo utilizan. Por este motivo deben ser muy completas, tener un contenido de valor interesante y que esté relacionado con los productos o la marca a la que se representa.
Ofertan varios productos a un precio menor que si se compraran por separado, por eso son extremadamente rentables. El incentivo de la compra es muy evidente y, además, se consigue que roten las existencias.
Con estos programas se premia a aquellos clientes habituales para que no dejen de serlo y se puedan interesar por productos que no suelen comprar.
Son impersonales y menos cercanas que los descuentos, pero para atraer nuevos clientes tienen un gran impacto.
Esta técnica es de las mejor recibidas. Puede hacerse mediante un código canjeable o descargando un cupón para canjearlo en el establecimiento físico.
Algunos de los ejemplos de las empresas más destacadas que utilizan este tipo de marketing son Gillete, Movistar, Nike, Jameson, Laboratorios Roche o el grupo Nestlé.
Pero no es algo que solo puedan realizar las grandes empresas. Cualquier empresa, independientemente de su tamaño, también puede ofertar a sus clientes un beneficio adicional en una compra. Por ejemplo, los proveedores de servicios y minoristas que disponen de establecimientos físicos pueden aumentar el número de ventas gracias a las estrategias de marketing promocional.
Cualquier empresa, independientemente de su tamaño, también puede ofertar a sus clientes un beneficio adicional en una compra
Una acción muy frecuente es que en un establecimiento de comidas se ofrezca una bebida gratuita. En otros comercios se pueden incrementar las ventas añadiendo otros productos relacionados de forma adicional. Por ejemplo, en una tienda de dispositivos móviles se pueden ofrecer fundas, auriculares, cargadores para el coche, etcétera.