5 pasos para alcanzar la excelencia Lean
El modelo de gestión Lean Manufacturing tiene como objetivo minimizar las pérdidas y maximizar el valor añadido al cliente. Este enfoque, que se originó en la industria automovilística, se ha extendido a todo tipo de sectores y ha demostrado ser fundamental para mejorar la competitividad empresarial. En este artículo, hablaremos todo sobre el Lean Manufacturing: qué es, cómo funciona y cuáles son sus principios clave. La cuestión es, ¿cuáles son esos principios?
La filosofía Lean Manufacturing, también conocida como Lean Production, es un sistema de organización del trabajo que pone el foco en la mejora del sistema de producción. Para esto se basa en la eliminación de aquellas actividades que no aportan valor al proceso ni al cliente. Estas se denominan despilfarros o desperdicios, y son aquellas tareas que implican la sobreproducción, altos tiempos de espera o desperfectos en los productos, por citar algunos ejemplos.
La filosofía lean manufacturing trata de optimizar el sistema de producción y reducir o eliminar las tareas que no añadan valor
El término Lean Manufacturing apareció por primera vez en los años 70 en el libro La máquina que cambió el mundo de los autores Womack, Jones y Ross. La obra, que se ha convertido en best seller mundial, fue la primera que sacó a la luz el sistema de producción lean de Toyota. Este contrapone dos sistemas de negocio radicalmente diferentes: producción lean versus producción en masa.
Una de las claves de éxito es su dimensión humana, puesto que las personas son el capital más importante de la empresa. Una cultura empresarial lean implica colaboración y comunicación de todos los niveles de la empresa. Los trabajadores están en contacto permanente con el medio de trabajo, por lo tanto son los primeros en observar y mejorar los problemas. Sin apoyo en las personas del equipo donde haya un clima adecuado, haciéndoles partícipes y comunicando con exactitud lo que se espera de ellos será imposible utilizar las técnicas de mejora de los procesos que propone esta estrategia.
El Lean Manufacturing es una filosofía empresarial que busca optimizar la eficiencia y efectividad de una organización a través de la eliminación de desperdicios y la mejora continua. Si tu empresa está interesada en adoptar esta estrategia, es fundamental conocer los tres pilares sobre los que se sustenta la filosofía lean:
1. Efectividad: Satisfacción del cliente como eje principal
Una organización que implementa con éxito el lean manufacturing es aquella que coloca al cliente en el centro de todas sus operaciones. El objetivo es entregar productos o servicios que cumplan, e incluso superen, las expectativas del cliente en cuanto a calidad, tiempo de entrega y costo. Para ello, se requiere una comprensión profunda de las necesidades y deseos del cliente, lo que permite ajustar los procesos internos y externos para maximizar el valor entregado. Así, la empresa no solo cumple con los estándares actuales, sino que también anticipa las demandas futuras del mercado.
2. Eficiencia: Uso óptimo de los recursos y mejora de procesos
El lean manufacturing se basa en la utilización inteligente de los recursos disponibles. Esto implica identificar y eliminar cualquier actividad o proceso que no añada valor al producto final. Se trabaja en optimizar el flujo de trabajo, reducir tiempos muertos, minimizar desperdicios y maximizar la productividad. En este contexto, la eficiencia no se trata solo de reducir costos, sino de hacer más con menos, garantizando que cada recurso (humano, material o financiero) esté orientado a crear valor real para el cliente. Las herramientas como el análisis de valor agregado y la mejora continua son clave en esta fase.
3. Innovación: Compromiso con la mejora constante
Una cultura lean fomenta un entorno en el que cada miembro de la organización tiene la capacidad y el incentivo para identificar problemas y proponer soluciones. No solo se trata de ajustar procesos, sino de promover una cultura de innovación continua. El liderazgo juega un papel esencial al comprometerse con la mejora constante y al empoderar a los empleados para que contribuyan con ideas y mejoras. Esta cultura fomenta la creatividad y permite que la organización se adapte rápidamente a los cambios del entorno, garantizando su competitividad a largo plazo.
Son siete los principios que conviene aplicar a una empresa que persigue la filosofía Lean Manufacturing:
El principio de «hacerlo bien a la primera» se enfoca en conseguir cero defectos en los procesos. Esto no solo significa corregir los errores cuando ocurren, sino también detectarlos de inmediato y abordarlos en su raíz, evitando que se repitan. La clave es crear un sistema que prevenga los problemas antes de que lleguen al cliente, lo que mejora la calidad, reduce costos innecesarios y genera una mayor satisfacción del cliente.
Uno de los pilares del Lean Manufacturing es la eliminación de todo aquello que no aporte valor directo al cliente. Esto incluye cualquier tipo de despilfarro o actividad innecesaria, como exceso de inventario, sobreproducción, movimientos innecesarios o tiempos de espera. El objetivo es optimizar cada paso del proceso, asegurando que todo lo que se haga contribuya a mejorar el producto final o la experiencia del cliente. Cada recurso, tiempo o esfuerzo que no añade valor se considera una pérdida y debe ser eliminado.
La mejora continua o filosofía Kaizen es un principio clave en Lean Manufacturing. Implica mantener un enfoque constante en mejorar los procesos, productos y servicios, buscando la excelencia sin perder de vista la reducción de costos y el aumento de la productividad. El Kaizen no es un esfuerzo único, sino un compromiso permanente para identificar oportunidades de mejora, tanto pequeñas como grandes, en todos los niveles de la organización.
El principio de los procesos pull se basa en producir solo lo que el cliente demanda, evitando la acumulación de inventarios innecesarios que podrían suponer desperdicios. En lugar de producir en exceso y acumular stock, se ajusta la producción a la demanda real del cliente. Esto no solo reduce los costos de almacenamiento y los riesgos de productos obsoletos, sino que también permite una respuesta más ágil a los cambios en las preferencias del cliente y en las condiciones del mercado.
En un entorno lean, es crucial ser capaz de adaptarse rápidamente a las necesidades del mercado, tanto en términos de variedad de productos como de cantidades. La flexibilidad permite a las empresas ajustarse a las fluctuaciones en la demanda, produciendo una mayor diversidad de productos sin comprometer la eficiencia. Esto requiere sistemas y procesos ágiles, así como empleados capacitados para realizar múltiples tareas, lo que facilita una respuesta rápida y precisa a los cambios del entorno.
El éxito del Lean Manufacturing no solo depende de lo que ocurre dentro de la empresa, sino también de las relaciones que se establecen con los proveedores. Es fundamental construir relaciones a largo plazo basadas en la confianza mutua, donde ambos compartan riesgos y costos, y trabajen juntos en la mejora continua de los productos y servicios. Esto permite una mejor coordinación, una mayor transparencia y una capacidad conjunta para adaptarse a los desafíos y oportunidades del mercado.
Desde la perspectiva del Lean Manufacturing, el objetivo no es simplemente vender productos o servicios, sino ofrecer soluciones que resuelvan las necesidades del cliente. Esta visión más amplia implica que toda la organización debe alinearse en torno a un enfoque común, donde la prioridad sea ofrecer valor al cliente. Este cambio de mentalidad afecta tanto al diseño de productos como a la prestación de servicios, asegurando que la satisfacción del cliente esté siempre en el centro de la estrategia empresarial.
Es interesante conocer las diferentes herramientas lean que son utilizadas en esta estrategia, por lo que vamos a citar cinco sistemas de producción que beben de esta filosofía:
Gran variedad de empresas son seducidas por esta técnica, ya que hace que el flujo de valor se centre en cómo atraer el cliente. Confiar en esta metodología conlleva muchos beneficios y puede significar la supervivencia de muchas empresas en el medio y largo plazo.
El pensamiento lean implica ventajas como el incremento de la productividad, mejora de la calidad, aumento de las ventas o del valor de la empresa, por citar alguno de ellos.
Es una cultura empresarial flexible, abierta a la mejora constante, que implica lograr en el tiempo justo lo que quieres con la cantidad y calidad perfectas y con el mínimo despilfarro
Si tuviéramos que resumir en dos líneas toda la forma de entender la organización desde la estrategia Lean Manufacturing, diríamos que es una cultura empresarial flexible, que está abierta a la mejora constante, que implica lograr en el tiempo justo aquello que quieres obtener con la cantidad y calidad perfectas, y que implica el mínimo despilfarro.