En el contexto actual de evolución tecnológica y transformación digital, el mundo laboral está experimentando cambios sin precedentes. Anticipar cómo serán los profesionales del futuro en 2030 es esencial para que las organizaciones se preparen adecuadamente y abracen las oportunidades emergentes.
Según el Foro Económico Mundial, se espera que para 2030, el panorama laboral se vea significativamente diferente al de hoy.La familiarización con las técnicas de análisis de Big Data o la capacidad de resolver problemas complejos se convertirán en algunas de las características ideales para el trabajador que viene. Por esta razón la formación en disciplinas relacionadas con este tipo de habilidades puede significar la apertura de muchos caminos profesionales que aún están por llegar.
El futuro del trabajo en 2030 será emocionante y desafiante. Estos van a ser los puntos clave:
Como llevamos viendo en los últimos tiempos, la flexibilidad laboral y las nuevas formas de trabajo se convertirán en la norma. El trabajo en remoto o híbrido, el trabajo independiente y las colaboraciones globales aumentarán drásticamente. La tecnología permitirá a los profesionales trabajar desde cualquier lugar del mundo y participar en proyectos internacionales sin restricciones geográficas.
Conocidas en inglés bajo el acrónimo STEM (science, technology, engineering y mathematics), son aquellas carreras universitarias que están enfocadas al conjunto formado por la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (CTIM en castellano). Al englobar cuatro disciplinas bajo un mismo acrónimo, se integra un conocimiento que aparece dividido en áreas compartimentadas.
Los trabajos más rutinarios, los que hasta ahora se habían conocido como trabajos de cuello blanco, desaparecerán paulatinamente
El enfoque que se aplica incluye a las cuatro disciplinas que forman así un método educativo que intensifica el uso del material tecnológico en el aula y promueve el trabajo en equipo. Este método tiene su reflejo en el desarrollo de carreras universitarias relacionadas con la materia, que cada vez más son demandadas por el mercado laboral.
La automatización y el avance tecnológico serán factores determinantes que darán forma los empleos del futuro. Se prevé que la inteligencia artificial, la robótica y la automatización de tareas reemplacen ciertas ocupaciones y funciones. De hecho, un informe del Foro Económico Mundial, estima que aproximadamente el 85 millones de empleos podrían ser desplazados por máquinas para 2025.
La digitalización económica requiere de profesionales especializados en las nuevas tecnologías. La demanda aumenta progresivamente y la oferta escasea ,por lo que la formación en estas áreas parece idónea para el trabajador del futuro. La empresa de trabajo temporal Randstad desvela en un informe como, por ejemplo, el aumento en la demanda de ingenieros industriales ha recategorizado al sector como profesionales de paro cero.
Formarse para trabajar como analista de datos será la mejor opción para encontrar un buen puesto de trabajo en 2030. También se requerirán especialistas en inteligencia artificial y aprendizaje de máquinas, managers generales y operativos, especialistas en Big Data, transformación digital, nuevas tecnologías y desarrollo organizacional. Muchos de ellos son empleos que todavía están naciendo, pero que experimentan una intensa y veloz transformación.
El impacto que va a tener la modificación del rol de los trabajos especializados en las nuevas tecnologías quedará materializado en la demanda de trabajadores altamente cualificados. En consecuencia, el puesto de trabajo será de alta calidad. Los trabajos más rutinarios, los que hasta ahora se habían conocido como trabajos de cuello blanco, desaparecerán paulatinamente.
El impacto que va a tener la modificación del rol de los trabajos especializados en las nuevas tecnologías quedará materializado en la demanda de trabajadores altamente cualificados.
Con el advenimiento de la automatización, surgirá una mayor demanda de habilidades únicas que solo los profesionales pueden aportar. Para poder ostentar un cargo de responsabilidad relacionado con esta nueva tipología laboral las empresas demandarán aptitudes que hasta ahora no tenían demasiada relevancia. Las habilidades relacionadas con la tecnología estarán en auge y su prestigio permitirá acceder a puestos de trabajo de más calidad. Otro gran requerimiento será tener habilidades humanas claras, como la empatía o la capacidad para trabajar en equipo.
En la última edición del informe del Foro Económico Mundial se exponen las diez habilidades más demandas para el trabajo del futuro:
Todas las habilidades enumeradas tratan de realizar una síntesis entre conocimientos tecnológicos y conocimientos humanos. El objetivo es potenciar las habilidades tecnológicas con una fuerte influencia de la reflexión y la autocrítica para asentar las bases de una ética relacionada con este desarrollo. Es precisamente esta transformación el gran reto que afrontan las sociedades avanzadas; llegar a consenso en relación con la ética que sustente esta irremediable transformación.
La formación continua se convertirá en el pilar fundamental para los profesionales del futuro. La velocidad del cambio tecnológico requerirá que las personas se mantengan actualizadas constantemente para mantenerse relevantes en sus campos de actividad. El Foro Económico Mundial destaca que la mitad de las habilidades que son valiosas en el lugar de trabajo actual cambiarán para 2025.
Por otra parte, la destreza manual, las habilidades memorísticas, el manejo de recursos materiales y financieros, la instalación y el mantenimiento tecnológicos, la lectura, el manejo de personal, el control de calidad y la conciencia acerca de la seguridad, la coordinación y la gestión del tiempo, las habilidades visuales y el uso tecnológico serán habilidades que descenderán. Aunque algunas de ellas están relacionadas con las nuevas tecnologías, la automatización de los procesos relegará a un segundo plano ciertas tareas que hoy se realizan manualmente.
En un mundo cada vez más tecnológico, los profesionales del futuro se enfrentarán a desafíos éticos y de responsabilidad. Por ejemplo, la utilización adecuada de la inteligencia artificial, la privacidad de los datos y la sostenibilidad serán temas cruciales en todas las organizaciones. El Foro Económico Mundial viene llamando a los líderes y profesionales a priorizar la ética en todas sus decisiones.
Para 2030 debemos tener en cuenta que la automatización cambiará la naturaleza de los empleos, y las habilidades necesarias evolucionarán rápidamente. Aquellos profesionales apuesten por la formación continua, desarrollen habilidades esenciales y se adapten a las nuevas formas de trabajo estarán mejor preparados para prosperar en un entorno en constante cambio.